El hombre siempre ha cuestionado el significado de la vida, eternamente en búsqueda de esa respuesta definitiva que explique su razón de ser.
El hombre busca esta respuesta en los cielos pero antes de la exploración espacial de la luna, planetas y galaxias, el hombre aclamó que los cielos eran el hogar y la provincia de poderosos dioses los cuales no solamente controlaban el vasto firmamento, sino también el destino terrenal del propio hombre y el panteón de poderosas deidades, era la causa y la razón de la condición humana, del destino, del pasado, presente y futuro y por lo cual grandes monumentos fueron construidos en la tierra para venerar a esos dioses extra-terrenales y a cambio, ser gratificados con esa respuesta absoluta.
Con el tiempo el hombre reemplazó esos dioses por nuevos dioses y nuevas religiones las cuales tampoco proveían una respuesta definitiva o mas cierta que aquellas veneradas por nuestros ancestros griegos, romanos o egipcios. Y mientras que ahora hemos elegido a nuestros dioses monolíticos y benévolos, crédulos aun, esperamos por una señal, una revelación.
Jamás perdiendo la convicción de encontrar esa respuesta incondicional que aun nos elude, ese díctamen absoluto todavía no se manifiesta y parece ser muy tarde, se apagan los cielos, nuestro planeta se funde y se aproxima a una velocidad alarmate cada vez más cerca, al filo del sol. Estamos escasos de tiempo y el hombre comienza a cuestionar la religión y trata de encontrar esas certezas en la ciencia, la cual tampoco provee una respuesta definitiva pero sí alentadora. Se paraliza la construcción de grandes monumentos y cesa la veneración a dioses a ciegas. Comenzamos a realmente ver. Nuestros ojos, nuevamente apuntan hacia los cielos pero esta vez, listos a aceptar la increíble realidad, encontrar nuestro destino escrito en las estrellas.
Se crea una alianza con el fin común de salvar nuestro planeta. Se edifican vehículos monumentales, no para la veneración, sinó para navegar en ellos a través del vasto firmamento, explorando las galaxias en busca de un nuevo planeta, un nuevo sol, un nuevo hogar.
En una misión sin retorno a años luz de este planeta, nuestra única esperanza reside en La Alianza Exploradora Intergaláctica.